Soy una
persona jaquecosa, desde los 13 años, edad en que me llegó la menstruación. Como
mi papá y mi abuela paterna padecen de jaqueca, entonces me mandaron medio Migranol
a la boca y fin del problema… al menos eso pensábamos. Con el paso del tiempo,
me he hecho adicta a Migranol, Migratan o “lo más barato que se le parezca”
como digo en la farmacia.
Mis migrañas
son de distintos tipos, depende del ánimo, los problemas, el sol, la luna y
casi cualquier cosa que pueda provocarlas.
Tengo migrañas
sin aura, es decir, no veo cosas raras. Estas jaquecas son en un lado de la
cabeza, generalmente en el sector derecho, aunque también tengo en el sector
izquierdo. Yo siempre he dicho que mis jaquecas van bajando, porque después me
toman el ojo y la mandíbula, del mismo lado. De este mismo tipo de migrañas,
tengo la pulsátil, donde siento el latido de mi corazón, y estas son más
invalidantes.
También tengo
las migrañas con aura, que es cuando veo cosas raras, como una nubecita sobre
las cosas, que se mueve conmigo. Lo peor de esto es que me afecta mi punto
ciego y con el ojo derecho siento que cada vez veo menos. Grandes pintores y escritores han aprovechado sus episodios de
migrañas para describir eventos fantásticos o alteraciones visuales.
Por ser
jaquecosa odio los silbidos, los tarareos, la luz fuerte, los olores ácidos,
los olores de perfumes baratos, el humo, el olor a bencina y casi cualquier mal
olor. Así que casi cualquier cosa que haga el resto me afecta para mal. Y como
no puedo pelear con el sol, siempre me verán con lentes de sol. Uso perfumes
dulces, y nada en exceso. Y si alguien está hablando muy chillón o silbando,
muchas veces lo hago callar. Si puedo evitar a alguien chillón, como la cajera
del Unimarc, lo hago.
La solución
a mi problema es vomitar, pero no siempre lo logro. Aunque ya me hice experta
poniendo mis dedos en la boca, no siempre es el mejor lugar para hacerlo. Además,
el ruido espanta al resto. Aunque al principio es lo peor, sé que después estaré
bien, siento que me baja la presión y comienzo a ser yo otra vez.
Como llevo
muchos años en esto, y tengo jaqueca una vez por semana como mínimo, he tratado
de vivir con mi problema y seguir en mi rutina. Pero, otras veces, mi sonrisa
desaparece, me apago. Y los pensamientos negativos me atacan. Lamentablemente,
deseo la muerte.
¿Cómo ayudarme?
Principalmente no decirme tonteras.
- “Yo creo
que te falta tomar agua”- Como la jaquecosa soy yo, créanme cuando les digo que
yo tomo agua, todos los días, de la llave. Además tomó jugo de limón siempre
que tengo que salir varias horas, para prevenir.
- “¿No será
el queso?”- Yo sé que el queso me hace mal y lo evito todo lo que puedo, pero a
veces lo deseo. Si como queso es porque a sabiendas comí y no puedo
arrepentirme ahora, no hay nada que hacer, lo hecho hecho está. Lo mismo con el
vino y chocolates.
- “Deberías
ir al doctor”- ¿Realmente creen que no lo he intentado?
- “No tomes
Migratan”- Es realmente mi última opción, entiendo que podría tener un
aneurisma en el futuro, pero si no paso el presente nunca tendré futuro.
Para mi próxima
jaqueca, trataré de escribir algo fantástico, aunque creo que la luz del
monitor me va a hacer peor…
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