miércoles, 8 de julio de 2015

Q.E.P.D

Hace un mes, me llamaron para decirme que mi prima de 23 añitos había muerto, la atropellaron a tres cuadras de su casa. Se paró, le dijo al chofer que no era nada, que estaba bien. Entonces pidió ropa limpia y su única preocupación era dar su certamen a un par de cuadras más allá. Como en todo accidente, llegó la ambulancia y sin importar lo bien que se sentía, la subieron y la llevaron al hospital. Ahí la revisaron, y la enviaron a Concepción. En la ambulancia, vomitó y así, sin despedirse, sin saber siquiera que lo último que vería sería un par de personas vestidas de blanco con un polar azul marino y un techo de color metálico. Así, sin el espacio de decir sus últimas palabras a su gente, se fue.

Cuando muere alguien no podemos evitar pensar en nuestra vida y pensar en nuestra muerte. A veces, cuando hago un viaje largo, le pido a Dios que me cuide. Claro, no siempre se pueden evitar los accidentes, entonces ruego por saber que me estoy muriendo.

Si solo supiera que me estoy muriendo, que me quedan 5 minutos, los aprovecharía para decir que fui feliz, decir que valió la pena vivir poco contigo que haber vivido mucho sola. Desearía darte mi último beso, mi última lágrima y mi última sonrisa.

Quisiera tener la oportunidad para agradecer a mis padres por la educación que me dieron, por enseñarme a mirar la luna todas las noches y detenerme en un viaje solo para mojar mis pies. Y tener el tiempo para agradecer a Dios por ellos, para que no me extrañen, sino que me recuerden. Para rogarles que me esperen y que en un abrir y cerrar de ojos nos volveremos a reunir.

Necesitaría más de 5 minutos para conversar con mi sister. Seguro empezaría con una broma, que la pondría más nerviosa y que no evitaría que igual no más lloráramos. Solo decirle que todo se lo he dicho, que no hay secretos que ella no sepa y que si tuviera otra oportunidad en la vida, no permitía que se me fuera tan lejos, como ella no permite que yo me vaya ahora.

Y si me dieran un minuto más, mencionaría a todos mis amigos por su nombre y si me alcanzara el tiempo, poder decirles por qué los admiro y los elegí para caminar junto a mí. Además, recordarles que en mi iPad tengo notas de todos mis alumnos, sus percepciones, sus dudas y las metas que tengo para con ellos a corto plazo. Si tuviera un poco más, encargaría a mis alumnos a un par de amigos.

¿Si tuviera 5 minutos? Seguiré diciéndoles lo que pienso ahora, para no necesitar mis últimos 5 minutos después.

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